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lunes, 30 de junio de 2014

                                                      APETECEECOLÓGICO

EL  DESBROCE.-
Es una práctica muy indicada para suelos  turbosos, húmedos  y  pesados, con la qué, al mismo tiempo, se obtienen  mantillos  y  fertilizantes . Consiste en la quema de las hierbas o del rastrojo que queda después de haber arado.  Cuándo éstas hierbas son muy abundantes, se extraen pedazos de tierra y se dejan secar al sol;  se queman en pequeños montículos con las hierbas bien secas y apretujadas, o bien provistas de un caminíto o entrada de aire que facilite la combustión.  El calor corrige la densidad del suelo y las cenizas aportan sales minerales.  Ésta operación también es útil para destruir las malas hierbas y los parásitos animales y vegetales, por lo que se consigue al mismo tiempo una densificación del terreno de cultivo;  pero es inevitable la pérdida de nitrógeno que puede ser controlada evitando la quema del estrato superficial.
A terreno difícil, calendario difícil.  Los terrenos con características uniformes, con el suelo y el subsuelo arenoso o arcilloso, son los más difíciles de cultivar, porque requieren el aporte de material.
Cuándo el subsuelo y el suelo son arenosos, el agua no se retiene y los elementos nutritivos que contiene son lavados rápidamente; además, la estructura de estos terrenos no permite recuperar el agua perdida por capilaridad.

                                                CARMEN  MARÍA  TORO

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